Un buen cocinero, cualidades que posee

Normalmente esperamos que un buen cocinero cumpla una serie de requisitos o capacidades que entendemos imprescindibles para su trabajo, como puede ser la organización, responsabilidad, limpieza, educación, puntualidad, compañerismo, compostura, previsión, creatividad, administración y quizá perfeccionismo.

Para que las cualidades del buen cocinero se comprendan, dentro de su contexto, y no se generen dudas al respecto, vamos a detallar algunas de ellas:

Organización
Debemos tener en cuenta que un buen cocinero realiza varios trabajos diferentes dentro de su cocina, maneja diversas herramientas, utensilios e incluso géneros alimenticios, por lo que es muy importante que tenga claro cual es su cometido y lo realice lo más ordenadamente posible.
Muchos de los preparativos se deben realizar con antelación, por lo que debe conocer cada uno de los pasos y realizarlos con un orden lógico y práctico. Dentro de lo que se entiende por organización de un cocinero, entra el encargar el género necesario con la antelación precisa.

Responsabilidad
Son muchas las consecuencias, fatales en el peor de los casos, que un error en la cocina puede ocasionar, ya que un fallo en cocina es más visible y mayormente perceptible por el cliente, sin hablar de las repercusiones para el negocio de hostelería, por lo que la responsabilidad de un buen cocinero exige poner la máxima atención, no solo en el trabajo que personalmente realiza, si no también del personal a su cargo, desde ayudantes a personal de limpieza.

Limpieza
Creo que todos entendemos el enorme protagonismo que tiene la limpieza en una cocina, la casi pulcritud extrema de un buen cocinero es indiscutible, no únicamente por la elaboración y transformación de los alimentos, también por la presentación de los platos a los clientes. Para ello se debe cuidar especialmente el aseo, la limpieza de utensilios y recipientes, uniforme o ropa de trabajo apropiada, sin olvidar evitar movimientos o actos groseros o sucios.

Administración
Entre las labores de un buen cocinero están comprar, conservar, manipular y elaborar productos alimenticios, intentando ahorrar en la adquisición sin disminuir la calidad de los mismos, además de evitar derroches innecesarios de luz y similares.

Aprovechamos para mencionar que generalmente un buen cocinero realiza su jornada laboral en un horario diferente al que consideramos “normal”, a temperaturas incómodas, normalmente a contrarreloj ya que cada plato necesita un tiempo de elaboración y un horario concreto de entrega, lo que genera un estrés o nerviosismo difíciles de llevar si no se trata de una persona con especial vocación a su trabajo, educación, compostura y con capacidad de liderazgo a la vez que compresión.

La actitud frente al trabajo debe ser siempre la adecuada, evitando posturas indolentes, realizar tareas sentados o incluso sentarse en las mesas de trabajo, apoyarse en las paredes, y demás. Manteniendo en todo momento la educación dentro del equipo de trabajo que la cocina requiere, algo que sin duda facilita las labores enormemente, salvando las palabras ofensivas o mal sonantes, siempre en pro de un correcto compañerismo que facilita la convivencia en el trabajo.

Si a todo esto añadimos el espíritu de constante creación de un buen cocinero, conseguimos la mezcla perfecta, nunca mejor dicho, ya que al conocer los alimentos y sus posibles transformaciones según el método de cocinado escogido y su mezcla con diferente géneros, añadida a la constante formación y estudio, le permite innovar y mejorar sus elaboraciones, consiguiendo dar un toque distinto a sus platos.

Y por supuesto, un buen cocinero está en disposición del certificado oficial de manipulador que su titulación exige, dominando todo lo relacionado con manipulador de alimentos, protocolo, seguridad alimentaria y conservación de alimentos. Si quieres dedicarte a este mundo de la hostelería, puedes conseguir tu carnet de manipulador, a través de un curso online homologado. Pregúntanos.