Hoy en día, cada vez somos más personas las que decidimos cuidar nuestra alimentación y mantenernos sanos.
Un error típico es pensar que comer de manera adecuada es estar a dieta, y no es así, no tiene nada que ver cuidar nuestra alimentación, ingerir productos naturales o ecológicos, tomar más fruta y verdura, sin olvidar los 30 minutos al día de ejercicio físico, con medir las calorías y las cantidades de alimentos que ingieres con el objetivo de perder peso.
En el artículo anterior comentamos que no existe la dieta perfecta, y en la mayoría de las ocasiones no hay una mejor que otra, siempre que nos aseguremos de comer variado, en la proporción adecuada y que se adapte a nuestras necesidades únicas alimenticias en cada momento.
Hay factores físicos que influyen directamente a la hora de “ajustar” nuestra propia dieta, como la edad, la constitución, la salud, las tolerancias o intolerancias alimenticias, la cantidad de ejercicio físico que realizamos y por supuesto, nuestros gustos o preferencias nutricionales entre otros.
Por eso, en este artículo hablaremos sobre los requisitos que debe cumplir una dieta saludable, que nos permita cuidar nuestra alimentación y mantenernos sanos.
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Escuchar a nuestro cuerpo es imprescindible para cuidar nuestra alimentación.
Lo primero que debemos hacer cuando decidimos comenzar a alimentarnos de manera saludable es escuchar al cuerpo y respetar sus necesidades, además del reloj biológico de cada uno. Para ello sería aconsejable:
- Comer cuando tenemos hambre, ni antes ni después y nunc hacerlo por que toca.
- No comer por saciar emociones, ni compulsivamente.
- Intentar no cenar más tarde las 9 de la noche, de manera que transcurran unas 10 horas hasta la ingesta del desayuno.
- La mejor opción es siempre mezclar pocos tipos de alimentos diferentes en un mismo plato, así facilitamos la digestión. Ten en cuenta que la regla de “menos es más” no se debe aplicar aquí, la meta es cuidar nuestra alimentación para mantenernos sanos.
– Mantener una actitud proactiva
En todo momento debemos mantener una actitud positiva, activa y proactiva ante este proceso de conseguir cuidar nuestra alimentación.
- buscar alternativas sanas a nuestros “vicios” alimentarios, es decir, puede gustarnos demasiado un dulce en concreto, pues la alternativa sería intentar cocinarlo nosotros en casa de una manera saludable.
- Si necesitamos picar o comer entre horas, en lugar de cualquier cosa, podemos llevarnos fruta o verdura, e incluso frutos secos o semillas, que aportar nutrientes y sacian bastante. Recuerda que el objetivo es estar sanos cuidando nuestra alimentación. Otra opción a valorar pueden ser los batidos caseros o zumos, elaborados con alimentos que solemos tener por casa y que además son sencillos y rápidos de hacer.
- Tomarnos suficiente tiempo para comer tranquilos, relajados y masticar bien.
Lo principal es comer sin estrés, por que si no volcaremos nuestros nervios en la alimentación lo que provoca comer de manera compulsiva y en grandes cantidades, ya no ingerimos esos alimentos para nutrirnos y vivir si no para saciar nuestras emociones y normalmente perdemos el control.
- Debemos intentar comer despacio, saboreando y disfrutando de ese momento, de esta manera somos más conscientes de nuestra alimentación y no solo saciamos el estómago, si no también la mente.
- Masticar muy bien, a conciencia, nos provoca un mayor efecto saciante, es como si nos cansáramos antes de comer, además de conseguir que nuestras digestiones sean livianas y rápidas.
Os dejo una frase que leí de George Oshawa, creador de la macrobiótica, para reflexionar: “beber el alimento y masticar la bebida”.
- Realizar ejercicio físico.
Y por supuesto, no podemos olvidar algo tan sencillo e importante para nuestra salud, tanto física como mental y es, sin embargo, lo que más nos cuesta.
No es necesario realizar tablas de ejercicios complejas y muy elaboradas, con una sencilla práctica de entre 20 – 40 minutos al día es suficiente. En internet puedes encontrar innumerables series de entrenamientos diferentes y para realizar en casa, que no te llevarán demasiado tiempo. Además lo puedes complementar con paseos diarios, subir a casa por las escaleras, etc.
No lo pienses más y pon en práctica ya todos estos sencillos consejos, que sin duda nos ayudarán positivamente a cuidar nuestra alimentación de manera saludable.
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